LAS CARTAS DE PAPÁ NOEL


Autor e ilustrador: John Ronald Reuel Tolkien
Traducido por: Manuél Figueroa
Editado por: Baillie Tolkien
Editorial: Minotauro
Recomendado para: Primeros lectores
Libro ilustrado

     Si bien no soy creyente, en los últimos años he visto con creciente estupefacción como la idea de lo políticamente correcto va haciendo que se pretenda celebrar la navidad como si se tratase de un acontecimiento que ninguna relación guarda con la religión, al punto que en algunos países europeos no se hace mención de elementos religiosos para no herir susceptibilidades. La cuestión no deja de ser curiosa, además, porque no solo el Cristo Blanco ha asentado su nacimiento en diciembre, sino que dioses tan diversos como Cronos, Mithra y Beiwe, entre tantos otros, también han centrado sus celebraciones alrededor del solsticio de invierno.

     Para los padres, creyentes o no, Navidad también es un momento para “recompensar” a sus hijos por sus buenas acciones o “castigarlos” si han sido malos. Con todo, la efectividad de este mecanismo solo surte efecto si se mantiene la creencia, por tanto, una de las mayores preocupaciones para muchos padres es mantener la fe y la ilusión en los pequeños. Al parecer Tolkien no era diferente en esto al resto de los padres; en cuanto al tamaño de la ficción que construyó para mantener este artificio, bueno, nos estamos refiriendo al creador de la Tierra Media.

     Creo, sin temor a equivocarme, que los hijos fueron el motor creativo de Tolkien. Así, El hobbit, fue un cuento de niñez y El señor de los anillos un relato de adolescencia y juventud. Ambos verían la luz tiempo después de ser relatados a sus hijos en primer lugar. En contraste, Las cartas de Papá Noel nunca fueron editadas ni reelaboradas para una posterior publicación, fueron elaboradas para la intimidad de su hogar. Año tras año, Tolkien, un padre que buscaba mantener la fe de sus hijos en un ser superior, un santo en este caso, redactó e hizo llegar a manos de sus hijos cerca de veinte cartas en las que relata la rica vida que tenía Papá Noel (Father Christmas en inglés) en el Polo Norte.

     A pesar de la infinita riqueza narrativa de Tolkien, las cartas no son extensas, sin importar si se tratan de sucesos cotidianos o de grandes batallas contra los duendes; en cambio sí contienen elementos que ayudan a  apuntalar su visión de la navidad, un mundo amable en donde la presencia del mal existe pero sin lograr amenazar con seriedad la existencia de quienes en él habitan. A medida que pasan los años el mundo del Papá Noel de Tolkien se amplia, se llena de conflictos, pero también gana en profundidad y melancolía. Asumo, no tengo evidencias de ello, que Tolkien se enfrentaba de manera literal contra el tiempo, contra el momento en que la ficción ya no podría ser mantenida ante sus propios hijos.

     En consecuencia, Las cartas de Papá Noel, no es un libro extenso en número de páginas, pero si intenso en las emociones que Tolkien concentró en ellas, amén de la gran cantidad de ilustraciones que en el libro encontramos. Razones de sobra para lamentar que no se haya reeditado y solo se pueda acudir a las bibliotecas para tener sus páginas iluminándonos por cortos períodos de tiempo.     


Comentarios

  1. Tal vez los comentarios logren la reedición de este libro hermoso.

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  2. Pues mira que al parecer ha sido reeditado.

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  3. Qué interesante! Tu reseña me ha dado mucha curiosidad, sobre todo porque parece un libro lleno de sensibilidad. Lo buscaré.

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  4. Muchas gracias por pasarte por aquí. Y sí, es una historia maravillosa.

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