Autor: Dr. Steven C. Schlozman
Ilustrado por: Andrea Sparacio
Traducido por: David Cruz Acevedo
Editorial: books4pocket
Recomendado para: Jóvenes lectores
Novela
A partir de The walking death el mundo de los zombis se convirtió en todo un
fenómeno que abarca todos los públicos y géneros, desde la LIJ hasta la novela
romántica. Sin embargo, son pocos los productos que han alcanzado un buen estándar
de calidad, incluyendo, por supuesto, a la magnífica Guerra mundial Z de Max Brooks. Sin embargo, tener una esposa que
delira por todo aquello que tenga incluida la palabra zombi (creo que eso no me
deja muy bien parado la verdad) ha hecho que de alguna manera me contagie.
Con
todo, mi relación con Autopsia zombi no
ha sido fácil. Por cuestión de peso renuncié a traerme el libro de España hace
algunos años y desde entonces lo he buscado por cuanta página de pdf´s he
podido sin ningún éxito. Al final, vencido y apocado, me decidí a pedirlo a La
madriguera del conejo en Bogotá, aunque la idea de hacer este tipo de pedidos
no me ha entusiasmado. Aclaro, no he tenido malas experiencias, solo que me
gusta hacer las visitas a las librerías y comprarme de manera directa el libro.
Autopsia
zombi cumple con el objetivo principal de su título, realizar un
acercamiento biológico al fenómeno zombi, establecer posibilidades plausibles
de su existencia. Incluso llega a establecer como el fenómeno del cine y la
televisión contamina de alguna manera las observaciones científicas del proceso
de la enfermedad. A través de las palabras de su protagonista, el Dr. Stanley
Blum, el menos capaz de los doctores, el lector se va a enterando de las
características anatómicas de un zombi, y como la OMS se ha ido haciendo cargo
de una pandemia que solo ha dejado en pie a un tercio de la raza humana. La
única oportunidad en este apocalipsis es encontrar una vacuna que pueda detener
la expansión de la enfermedad.
Dos elementos sin embargo me molestaron
durante la lectura. El primero de ellos es cuando una neurocientífica le pide
al Dr. Slum hacer unas secciones del hipocampo para su estudio.
Intenté
que no me temblara la mano mientras movía el escalpelo por el hipotálamo.
Necesitamos cortes muy finos para poder examinarlos. (p. 80)
El problema con esta situación tiene que
ver con la verosimilitud del relato y es que este tipo de cortes no se hacen como
cortando carne para un asado; se debe realizar una preparación con parafina y
luego ubicar el órgano trabajado en una herramienta que permite hacer cortes
micrométricos.
La segunda tiene que ver con las
ilustraciones de Andrea Sparacio. En este caso es muy importante tener en
cuenta el lector al que va dirigida la edición. Todo el libro busca construir
la idea verosímil de una experiencia científica, describe de hecho porque el
libro tiene ilustraciones construyendo un médico, un personaje secundario, que
puede hacer muy buenas ilustraciones. Sin embargo la mayoría de ellas tiene un
enfoque más expresionista que anatómico, contrastando incluso con algunas de
las observaciones realizadas por el narrador.
Con todo, estos son solo detalles que no
consiguen entorpecer el conjunto de esta construcción, el libro atrapa al
lector y no permite que lo suelte hasta que ha terminado incluso con los agradecimientos
del autor, logrando de esta manera atrapar incluso a los lectores que non
seguidores del fenómeno zombi.
y donde esta la descarga??
ResponderEliminar