Autor: John William Polidori
Traducido por: Camila Lew
Editorial: Grupo Editorial
Norma
Recomendado para: Lectores
en marcha
La literatura de terror suele reclamar a Drácula de Bram Stoker como la primera gran obra sobre
vampiros que se escribió. Sin embargo este reclamo suele olvidar que el vampiro
es un protagonista de múltiples relatos del folklore, principalmente europeo, y
que su figura se puede rastrear incluso a los mitos fundacionales de la cultura
egipcia. De esta manera la literatura acerca de esta forma particular de no
muerto, que se alimenta de sangre para poder pervivir, que se aleja del ajo,
que debe ser decapitado y/o enterrado bocabajo en un cruce de caminos, tiene un
pasado mucho más rico y colorido que el de Vlad Tepes, y tiene un futuro mucho
más allá de Crepúsculo.
El
vampiro se originó el mismo día que Frankenstein
o el moderno Prometeo, y aunque no contó con su misma suerte si sentó las
bases de lo que luego sería el arquetipo del habitante nocturno, una criatura
hosca, poseedora de un gran magnetismo sobre hombres y mujeres, dedicada a
alentar los comportamientos bajos y viciosos. En contraste con el vampiro de
Stoker, el de Polidori no encuentra ninguna posibilidad de redención.
En
este orden de ideas, leer El vampiro de
Polidori es recuperar el relato tradicional de vampiros, donde el mal es
vicioso y el bien no puede hacer nada para oponérsele a ciencia cierta,
configurando a su protagonista como un héroe lunar que se derrumba ante los
hechos, indefenso ante la gran bestia sedienta de sangre.
Hay que leerlo.
ResponderEliminarEs cautivánte este tipo de historias de terror
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