Autores e ilustradores:
Christian Breuel y Anne Bozellec
Traducido por: María Carreño
Mora
Editorial: Babel libros
Recomendado para: Los
pequeños
Álbum
Hace mucho tiempo he querido hacer un post sobre este libro debido a la gran cantidad
de dudas que me genera, empero hasta no tener el libro a mano ni siquiera me lo
había propuesto.
Es
necesario empezar aclarando que Cosquillas
es un álbum realizado a cuatro manos
por Crhistian Breuel y Anne Bozellec, pareja también autora de La
historia de Julia, la niña que tenía sombra de niño. Al igual que este último
título Cosquillas no tiene nada de
convencional.
Una de las primeras preguntas que me
surgieron al respecto de la edición del libro, es que a pesar de ser un álbum Cosquillas presenta un traductor. ¿Cuál
es la función de un traductor en un libro de imágenes? No sé si algún lector tenga
respuestas para ello.
La responsable de haber ingresado Cosquillas al grupo de investigación
fue, no podía ser de otra forma, Silvia, quien nos dejó con un regusto ambiguo
en los labios y en la cabeza. En una primera mirada Cosquillas hace alusión precisamente a eso, una niña pequeña, aún
se chupa el dedo, quien en medio de la noche se levanta a hacerle cosquillas
con una pequeña pluma a quién podemos asumir es su hermano o un amigo que se queda
en casa. Todo comienza con timidez, alcanza la cumbre en un gran alborozo hasta
que ambos quedan rendidos y se duermen en la misma cama. Sin embargo una cosa
pueden ver los niños y otra los adultos, y ese es un elemento importante en los
grandes libros, que sus niveles de interpretación son variados como, ya lo dijo
Shrek, una cebolla.
Aunque una gran parte de la teoría
freudiana hoy ha sido revaluada y otra gran parte discutida, es también cierto
que uno de sus grandes aportes fue descubrir la vivencia erótica de los niños,
su temprano encuentro con la sexualidad. En ese sentido Cosquillas es una obra muy freudiana, pues el adulto no la ve con
los mismos ojos de los niños; más allá de las cosquillas es evidente el tono
erótico que hay en el juego, las caricias que surgen de un primer juego
inocente, la exploración de los cuerpos y la sensualidad.
Si bien el lector puede preguntarse, y me
gustaría saber su opinión acerca de ello, acerca de la conveniencia, de la
comodidad del mediador, del promotor, al presentarle este libro a un niño,
siempre queda la necesidad de tener a la mano un libro maravillosamente editado
que puede interpretarse de múltiples y variadas formas.
Para que se
hagan una idea del libro, les dejo algunas imágenes, aclarando eso sí que se
hayan descontextualizadas, que no corresponden a una secuencia y sí son una invitación a conocer el libro en detalle.
Leído.
ResponderEliminarDiego, en este caso el traductor es sólo una formalidad, se tradujo el título y la reseña del libro. Al fin y al cabo, por poco que sea, debe darse el crédito
ResponderEliminarAgradecemos la aclaración. Es muy importante, más allá del legalismo, que se le de la importancia a todas las partes; en el imaginario pervive la idea de que al ser un libro de imagenes no existe la necesidad de un traductor.
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