Autor:
Chabouté
Editorial:
Ediciones Kraken
Novela
gráfica
Recomendado
para: Jóvenes lectores
Nadie puede
negar la xenofobia, es un hecho que está presente en todos los países en mayor
o menor grado, con mayor o menor aceptación. Quienes poseen esta característica
no se ven a sí mismos de manera negativa, al contrario, hay una gran
racionalización sobre este hecho: Nos
vienen a quitar nuestros empleos, por
qué merecen los otros aquello por lo que nosotros tanto hemos luchado, que se devuelvan a su país, son
expresiones que se escuchan a diario en uno u otro lugar del planeta. Y no deja
de ser irónico, que a menudo quien fue segregado también segregue a otros, o
quienes defienden ciertos grupos étnicos discriminen a otros. Esto último
sucede en Europa, donde aún se lamentan de la gran tragedia que fue el
Holocausto, en tanto siguen discriminando a los gitanos.
En contraste
con La isla de Armin Greder, Chabouté
se toma las cosas de manera divertida, que no quiere decir lo mismo que a la
ligera, y se centra en la figura de Édouard, un tosco oficinista, quien deberá entregar una carta en
un enclave gitano, en algún lugar de la ciudad. A partir del conjunto de
situaciones, Chabouté escapa del afán moralizador a través del uso del humor y
del reconocimiento de que las personas rara vez cambias su posición. El
resultado es una obra plena de humor y miseria humana plasmada en un estilo noir; es decir, en un dibujo donde el
negro es predominante, a tal punto que se podría decir que se dibuja con blanco
sobre papel negro, lo que permite resaltar los elementos dramáticos.
Un libro
que se merece un lugar en nuestro pequeño
teatro de la crueldad.
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