Pedro Melenas

Autor e ilustrador: Heinrinch Hoffman

Editor: José J. de Olañeta

Recomendado para: Promotores de lectura

Libro álbum

 

Creo haber leído en la revista digital Imaginaria (http://www.imaginaria.com.ar) por ver primera acerca del struwwelpeter (Pedro Melenas). Si mal no estoy -he hecho la búsqueda y no he encontrado el artículo que recuerdo-, Imaginaria se despachaba contra él, recomendando no leerlo, no presentarlo a ningún niño dados sus elementos negativos, entre ellos el racismo. Tiempo después, movido quizás por la curiosidad alguien me prestó el libro, o lo conseguí a través de alguna biblioteca, el caso es que al fin vine a verme enfrentado al dicho so texto. El resultado, al menos para mí, no pudo haber sido más divertido.

Pedro Melenas narra una decena de historias, en rima, basada en antimodelos, razón por la cual ocurren una serie de desastres cada uno peor que el otro. El relato, si así se le puede llamar que da origen al título presenta la imagen de un niño con diez garras largas y un cabello esponjado que le da un aspecto feroz. El niño se halla montado sobre una suerte de pedestal, en cuyos laterales se dibujan un peine y unas tijeras. Bajo él, seis breves líneas

Por no cortarse las uñas

Le crecieron diez pezuñas,

Y hace más de un año entero

Que no ha visto al peluquero.

¡Qué vergüenza! ¡Qué horroroso!

¡Qué niño más cochambroso!

Después de ello se van presentando las historias de niños cada vez más “maleducados”, quienes reciben sendos castigos, tal como sucede en La historia del chupadedos, en donde un niño desobedece a su madre chupándose el dedo, razón por la cual aparece un sastre y le corta ambos pulgares. Para los estándares de hoy los relatos son más que crueles, incluso pueden llegar a ser más crudos que algunas de las historias de Edward Gorey. Sin embargo, todo aquel que quiera estudiar la historia de la Literatura Infantil y Juvenil, que quiera indagar en los orígenes del libro álbum, y en la misma concepción que se ha tenido de la niñez, debe, por fuerza, acercarse a este pequeño volumen, este pequeño almacén de morbosas delicias.

Debe añadirse que esta edición en particular, tiene una introducción analítica de Carmen Bravo-Villasante que vale la pena leer.